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Dedicado a mi cuaderno que guarado bajo mi almohada el cual tiene como fin soportar mi escritura en mis noches de insomnio

sábado, 30 de agosto de 2008

SuperHéroe


Siglos atrás diría que soy un templario a caballo con capa y espada en plena cruzada luchando por un misterioso secreto, cabalgando por los países del mediterráneo en búsqueda de los matemáticos árabes más destacados.
Si estuviera en el futuro me declararía un invasor espacial en búsqueda del inicio y el fin de lo que se conoce como lo infinito.

Pero en estos momentos me revelaría como un superhéroe, de aquellos capaces de volar grandes distancias. Escondiendo aún mi verdadera identidad, no desarrollo el sentido del olfato, reemplazo palabras por miradas, a través de unos ojos impacientes. Aún puedo sentir el dolor y no poseo la capacidad de olvidar pero vivo de mi imaginación. Me mantengo vulnerable, mi fin podría tener inicio en ti, solo me puedes destruir o salvar. Al punto de estar abajo, sobre mis rodillas, no buscando una razón para creer pero si de un milagro para continuar.

Mis inicios se remontan a la suavidad de un extinto y único romance en su especie, entre la clemencia y la caridad unido a un duro corazón de león. Desde ahí vi mis ojos abrir y eché mi vida andar sin permitir que la amargura silencie mis emociones.

Es ahí cuando inicié mi vuelo, sorteando obstáculos y estrellas, manteniéndome alerta cada vez que el monstruo de la televisión mostraba policías y ladrones. Todo se muestra tan confuso hay tantas reglas que seguir, pero yo no lo siento así, he conseguido liberarme. Por estos días me dejo llevar por mis sentimientos…Es ahora que puedo tomar tu mano y decirte que todo está bien.

Pero sera mañana el momento en el que decidiré si creer en el destino o si tendré que idear un plan maestro para caminar a tu lado, preguntándome sobre los pensamientos que nunca dejas salir pero a la vez manteniéndome a la expectativa de la siguiente palabra que pronuncie tu boca.

Podría rendirme ahora pero solo así demostraría que le amor y otros momentos no son más que reacciones químicas en el cerebro y los sentimientos de agresión son la falta de droga de amor en las venas. Vivo seguro de que no es así, prometiéndome a mi mismo en no pensar en eso hoy. Pero espero que todo esto lo entiendas y lo sepas valorar.

Mientras decides eso yo volveré a encajar mi cabeza a mi almohada esperando soñar con una respuesta.